CLARA CAMPOAMOR, Y EL DERECHO AL VOTO FEMENINO EN ESPAÑA


Clara Carmen Campoamor Rodríguez (artífice del derecho al sufragio universal femenino, año 1931), nació en Madrid en el año 1888. Fue abogada, jurista, diputada, conferenciante, autora y coautora de libros.

Al quedar huérfana de padre siendo aún niña, tuvo que ayudar a su madre a sostener la economía familiar, desempeñando para ello distintos oficios (entre ellos los de modista y dependienta). Posteriormente, se abriría camino en el mundo laboral a través del funcionariado (desempeñando diversos puestos, en diversas categorías funcionariales).

Tras una primera etapa laboral, Clara Campoamor se licenció en derecho por la Universidad Central de Madrid, dando despliegue a partir de ahí a sus dos grandes pasiones: la política (siendo una activa conferenciante) y el derecho.

Alrededor de 1925 militó en el grupo de Acción Republicana, siendo elegida miembro del Consejo Nacional en el mes de junio de 1931; a partir de ahí, defendería en las Cortes los derechos de la mujer desde las filas del republicanismo histórico.

Poco tiempo antes, y debido a su afán combativo y a la par europeísta, cofundó junto a un grupo de abogadas, la Federación Internacional de Mujeres de Carreras Jurídicas (París, 1929), organización a la que muy pronto se unirían un gran número de abogadas de todo el mundo.

Aislada de su partido (contrario al derecho al sufragio universal femenino, a pesar de haber existido un acuerdo inicial al respecto) Clara Campoamor se vio obligada a defender en solitario el derecho al voto de la mujer.

Meses después (el 1 de octubre), el Pleno de las Cortes Constituyentes de 1931 aprobaría el derecho a voto para todas las españolas: una sesión histórica en la lucha por la equiparación de los derechos políticos de hombres y mujeres (en línea con los avances que al respecto se habían producido en los países de nuestro entorno).


Años después, en las elecciones de 1933, Clara Campoamor no vería renovado su escaño, al igual que tampoco Victoria Kent. 

Ante la imposibilidad de obtener una candidatura en las que serían las últimas elecciones de la República, Campoamor abandonó Madrid, residiendo en Londres para posteriormente retornar a Madrid y exiliarse a comienzos de septiembre de 1936 (acompañada de su madre y de su sobrina, ambas a su cargo): intentándolo primeramente sin éxito a través de Alicante, en un barco argentino (impedido en el último momento por órdenes del Gobierno español) y posteriormente con éxito en un barco alemán que partía hacia Génova.

Una vez en Italia, Clara Campoamor se dirigirá a Suiza (ciudad de Lausanne), en donde residía la abogada Antoinette Quinche con quien mantenía una sólida relación profesional desde hacía varios años.

Posteriormente (en 1938) Clara Campoamor llegaría a Argentina (Buenos Aires), en donde permanecería hasta 1955 (viviendo sus mejores años en el exilio), en donde en un primer periodo de adaptación desempeñaría varios trabajos relacionados con la divulgación cultural, para posteriormente y gracias a sus conocimientos jurídicos, trabajar (en la sombra) con un prestigioso abogado (Fornieles) especializado en la parte sucesoria.

Tras abandonar Argentina, regresaría nuevamente a Suiza, en donde colaboraría en el despacho jurídico de su antigua amiga, Antoinette Quinche, siendo ésta la última etapa de un exilio sin fin, al fallecer en la ciudad de Lausanne el 30 de abril de 1972 (siendo sus restos trasladados con posterioridad al cementerio de Polloe en San Sebastián, España.

 Principales fuentes consultadas:

-Real Academia de la Historia (https://dbe.rah.es/biografias/10216/clara-campoamor-rodriguez)

-Blog del Congreso de los Diputados (https://blog.congreso.es/1-de-octubre-de-1931-la-sesion-en-la-que-las-mujeres-dan-el-gran-paso-hacia-la-plena-ciudadania-politica/)

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